Mariposa revolucionaria: Poesía reunida
¡Manos arriba!, Por el rabo del ojo e Insectario, son las obras completas y recopiladas de la escritora ariqueña Nana Gutiérrez que se presentan en este libro editado por Astartea Editorial y Cathartes Ediciones.
“Le repito por última vez: Escribo Señora, porque ¡se me da la real gana!” – Poema ¿Por qué escribo?
Nana Gutiérrez fue revolucionaria en su vida y en su familia, visionaria y adelantada para su época. Una mujer nacida en cuna conservadora y de alcurnia, que se atrevió a hablar en sus poemas sobre la violencia de género y de cómo su encumbrada familia cometía algunos errores.
Premiada una sola vez en vida con el Premio Municipal de poesía de Arica en 1968 y homenajeada por su labor poética por la Universidad Católica del Norte en 1974, Nana Gutiérrez abrió infinitas puertas no sólo a los artistas de su época en la pequeña Arica, sino que también lo hizo en Sudamérica para las nuevas generaciones.
“Hablar de Nana Gutiérrez es hablar de una tremenda mujer. Ella rompió los cánones de su familia ultra conservadora para dedicarse sin miedo a escribir poesía y adentrarse en el mundo de la bohemia cultural, ayudando a muchos artistas, abanderándose por sus causas. Por eso se pensó en lo importante de hacer una edición que compile sus obras, pero que vaya enlazado con un proceso de conocerla a ella. Es necesario poner en valor el nombre y el legado de Nana Gutiérrez”, comentó Connie Tapia Monroy, escritora y editora de Astartea Editorial, que junto a Cathartes Ediciones publicarán el libro “Mariposa revolucionaria: Poesía reunida”, que incluye las obras ¡Manos arriba!, Por el rabo del ojo e Insectario, gracias al financiamiento del Fondo del libro y la lectura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, convocatoria 2022.
Este proyecto fue propuesto al fondo del libro y la lectura con la intención de dar a conocer las obras y quién fue Nana Gutiérrez dentro de la ciudad; “Arica está al debe con Nana”, señaló Connie Tapia, puesto que, a pesar de existir una calle con su nombre, muy pocas personas conocen en realidad a la “antipoeta del norte”.
En esta recopilación, las editoriales Astartea y Cathartes trabajaron junto a Claudio Solari Gutiérrez, hijo de Nana, quien durante 23 años se ha dedicado a rescatar y relevar las obras de su mamá. “Este proyecto ha sido muy importante, porque cuando empezamos a recopilar sus poesías, nos dimos cuenta que había algunas incompletas. Nana tenía la costumbre de anotar todo lo que se le ocurría en el papel que tuviera a mano y de ahí lo pasaba a un borrador para finalmente escribirlo a máquina. Nosotros teníamos una copia de “¡Manos arriba!” e “Insectario” y pensamos que estaban completas, pero faltaban hojas; Claudio nos ayudó buscando entre los manuscritos de Nana. “Por el rabo del ojo” está completo a mano de ella, Claudio buscó lo que faltaba, le sacó fotos y nos lo hizo llegar. Entender la letra de Nana fue un poco difícil, por lo que la transcripción fue un poco lenta. Por eso este libro es tan relevante, porque no sólo fue transcribir, hubo que “bucear” para rescatar sus obras completas”, explicó Connie Tapia.
¿Quién es Nana Gutiérrez?
Teresa Yolanda Gutiérrez Bonelli nació en Tacna el 18 de noviembre de 1924 y falleció en Arica el 21 de mayo de 1985, hija de padres conservadores y estrictos, siempre pudo contar con el apoyo de su padre para dedicarse a la escritura, todo lo contrario de lo que sucedió con su madre, quien nunca estuvo de acuerdo con que no cumpliera con el rol asignado para una mujer nacida en una “familia bien”: Casarse, tener hijos y dedicarse a cuidar al marido.
“Nana no nació para eso. Se separó de mi papá y cuando yo tenía 2 meses de vida, se devolvió a Arica. Dejó que me cuidara mi abuelita, que para mi fue como mi mamá. Nana no quiso que yo sufriera los embates de la vida que había elegido para ella, por eso permitió que “la mamá” (mi abuelita) me criara”, relató Claudio Solari Gutiérrez hijo único de Nana. “Cuando mi abuelita falleció se me vino el mundo abajo, pero me di cuenta del enorme sufrimiento de mi mamá, porque a pesar de no llevarse muy bien entre ellas, el fallecimiento de mi abuelita le afectó muchísimo. En ese tiempo mi mamá me preparó para todo lo que vendría. De todo lo que me previno, así tal cuál ocurrió. Dos años después, falleció Nana y ahí yo me vine al suelo. Pero comprendí que había llegado el momento de hacerme cargo de la obra de mi mamá y evitar que sea olvidada en el tiempo”, comentó Claudio Solari, quien está preparando un libro con la historia familiar y tiene en mente varios proyectos para destacar el legado de Nana Gutiérrez en Arica.
“Moriré rubia y triste como mariposa de insectario, polvoriento con mi alma golpeando contra el vidrio y mis alas pinchadas en el tiempo” – poema Pronóstico.