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Pepe Aguilar remece conciencias con su versión de “Y arriba quemando el sol”

Pepe Aguilar, uno de los grandes artistas de la música mexicana, se las arregla sorprendernos a lo grande.
De cuando en cuando, y sin previo aviso, nos regala increíbles momentos, como el del martes recién pasado en su espacio “Desde la Azotea”.
Fue una experiencia muy personal, un gusto de Pepe, y un gran impacto para el público tanto por el tema que elegido como por los colaboradores que lo acompañaron. Junto a los hermanos Mauricio y Francisco Durán, ex Bunkers, presentó el tema “Y arriba quemando el sol”, escrito por Violeta Parra.
 Fue uno de esos instantes mágicos en que dos generaciones se unen para lograr una experiencia única y potente en sí misma. El tema fue elegido con la idea de crear conciencia sobre lo que está pasando en el mundo y con todos nosotros, en esta pandemia que nos tiene confinados en nuestras casas, y con todo una nueva manera de relacionarnos socialmente.


 “Y arriba quemando el sol” no es un tema nuevo para Pepe. Ya lo había incluido en su repertorio pues lo interpretó por primera vez en su MTV Unplugged, en el 2013. Y el martes pasado lo revivió causando un gran revuelo, marcado por el momento histórico que vive el mundo entero. Hay que recordar que cuando Violeta Parra la escribió y cantó este tema, fue catalogado como una crítica idealista a los políticos latinoamericanos, y que Violeta buscó que a través de su música se supiera de las injusticias que vivían algunos pueblos.

Esta nueva versión de “Y Arriba Quemando El Sol” se sintió en toda la hacienda de Tayahua, Zacatecas, donde Pepe y su familia pasan la cuarentena y donde la grabó hace unos días. El video parte -nada menos- que con la tumba de su papá, don Antonio Aguilar, de fondo. Y luego viene un recorrido por una serie de imágenes que dan cuenta de la actualidad que se vive en el mundo, muestra gobiernos corruptos, movimientos militares, enfermedades que azotan a todas las poblaciones, llegando incluso a mostrar una silla presidencial vacía.


Sin duda, quien vea este bien logrado y potente trabajo de Pepe Aguilar podrá hacer su propia interpretación. Y en este caso el artista entrega la suya: un punto de vista real, sin importar si es una cuestión cultural o política. Se trata de un mensaje muy claro dirigido a una sociedad que hoy está más despierta que nunca y que cada vez es más difícil de engañar. 

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