A 1.920 metros de altura comunidades del interior celebraron el “Anata Livilcar” 2023
A 1.920 metros sobre el nivel del mar y a 130 kilómetros de la ciudad de Arica, los y las habitantes de la localidad de Livilcar bailaron y cantaron para celebrar el remate de carnavales de la época estival, junto a turistas y el alcalde Gerardo Espíndola en el marco del segundo encuentro cultural “Anata Livilcar”.
Cinco comunidades del interior de la región fueron parte de la hermosa y significativa fiesta, que reunió a decenas de personas en el patio central del pueblo, frente a la iglesia San Bartolomé, parte de la red de Iglesias del Altiplano que aún se conversa tras centenares de años en nuestra región.
“Estamos acá en el Anata, el remate de carnavales, en el pueblo de Livilcar que por primera vez se realizó en el espacio organizado por nuestra Oficina Comunal de Desarrollo Indígena, nuestra Oficina de Desarrollo Rural, así que muy contento de estar en este lugar donde la gente mantiene un pueblo vivo, pese que un tiempo estuvo despoblado. Lo vuelven a habitar sus hijos y sus hijas, así que feliz que estemos como Municipalidad en el poblado más lejano de la comuna”, manifestó al respecto el alcalde Gerardo Espíndola Rojas.
Como es costumbre, la tradicional pawa se encargó de iniciar la festividad, oportunidad en la que autoridades y comunidad entregaron sus buenos deseos y energías para todos los presentes y la región en general.
Tras ello, los pueblos participantes comenzaron el pasacalle a través de la avenida principal, lugar que actualmente está en gestiones para su mejoramiento gracias al trabajo mancomunado de la Secretaría de Planificación municipal, Subdere y las familias de Livilcar.
“Hemos estado trabajando los últimos meses con Secplan y con Subdere para que financien el mejoramiento de esta plaza, donde actualmente están bailando el Anata. Esperamos que se concrete prontamente, creo que hay una deuda en general del Estado hacia las comunidades más lejanas y esperamos que se haya saldado un poco con la plaza”, expresó en la ocasión Hernán Tarque, parte de la directiva de la comunidad de Livilcar.
Por su parte, y a nombre de los y las bailarinas de la localidad, la ñusta Mariel Tarque Claros indicó estar “feliz y orgullosa como se dieron cuenta de Livilcar, un pueblo súper lejano, se podría decir un poquito abandonado. Pero nosotros siempre estamos dispuestos a participar y darle el recibimiento a todos los pueblos, así que súper feliz que hayan venido y bienvenidos todos a quienes quieran venir a conocer”.